Artículo de Rufino Garrido Martínez, memorialista e investigador.
El barrio de Vistabella en Murcia, España, es una singular unidad urbanística de 10 hectáreas, construida por aplicación de la ley del 19 de abril de 1939 sobre “Protección de la vivienda de renta limitada”. Concebido como un pequeño pueblo en el ensanche oriental del núcleo urbano, ha resultado ser, 60 años después, perfectamente válido, sin sufrir apenas modificaciones, en su adaptación a las necesidades de una población muy comprometida y especialmente satisfecha con el grado de habitabilidad del espacio público y privado del barrio.
El conjunto de viviendas protegidas promovido por el Ayuntamiento de Murcia a inicios de los años 40, y que fueron construidas desde mediados de esos mismos años hasta finales de los años 50, junto a las actuaciones de Santa María de Gracia, al norte y el Castillejo, en el céntrico barrio de San Juan, más el conjunto de viviendas, calificadas como barriada obrera, que en ese momento también se estaban construyendo en la carretera de Algezares, se diferenció de todas estas promociones en el cuidado de la jardinería, el amueblamiento urbano y la calidad constructiva de los edificios. La explicación podemos encontrarla en el testimonio de muchos vecinos y en los criterios de adjudicación publicados por el Ayuntamiento y difundidos a través de los diarios de la época: Vistabella estaba destinada a las familias más próximas al Régimen, funcionarios, militares y policías principalmente.
Fiel al pensamiento político de posguerra, el proyecto de Vistabella trató de construir la escenografía adecuada para una comunidad idílica y ultraconservadora que nacía en la intimidad del hogar y se concretaba en una sociedad radiante, vigilada por Dios y por los propios vecinos.
Establecieron la forma de la ciudad nacionalsindicalista a través de Vistabella. Se siguieron una serie de estrategias formales utilizadas por los arquitectos del Régimen para construir la ciudad falangista, recogiendo la influencia exterior, de acuerdo con los modelos establecidos por los regímenes fascista italiano y por el nacional socialismo alemán, es decir por el régimen nazi alemán.
Estas familias vivieron en el barrio hasta que se produce la adquisición definitiva de los alojamientos que habían sido otorgados en régimen de alquiler durante 36 años. Es mediados de los años 80. En esos momentos, el grave problema con las drogas de los barrios colindantes se había extendido hasta el mismo corazón de Vistabella lo que ahuyentó a muchos habitantes que entonces pudieron vender sus casas.
Sobre el conjunto de viviendas que se estaban construyendo durante la década de los años 40 del siglo pasado, tenemos que distinguir las promovidas por el Ayuntamiento de Murcia: las propias del barrio de Vistabella, las viviendas de la barriada obrera de la carretera de Algezares, las viviendas del Castillejo (en el barrio de San Juan) y las viviendas que se iniciaron en Espinardo, en el actual barrio del Espíritu Santo.
Estas últimas viviendas se promovieron para alojar a parte de la población de los barrios de San Antolín, San Andrés, San Nicolás (la Cuesta de la Magdalena), la zona de la Trinidad (en el barrio de Santa Eulalia) y San Juan que vivían en condiciones de absoluta miseria. La solución que finalmente se pudo dar por parte del Ayuntamiento a las condiciones de miseria en las que todavía en los años 60 se daban en esas mismas zonas, se consiguió con la promoción municipal de los llamados Polígonos de La Paz, La Fama, varios bloques de viviendas en el mismo barrio de San Andrés, con una plaza de abastos, situados junto a la Estación de Autobuses, y con anterioridad la construcción de bloques de viviendas en el actual barrio de San Basilio, estos últimos colindantes con la que se conoció como La Lonja Nueva y el ya inexistente Mercado de Ganados, en la Carretera de Madrid o de Espinardo. De la antigua Lonja queda la Pérgola que se trasladó desde la Lonja Vieja, situada en la Plaza de San Agustín (barrio de San Andrés).
También como una solución muy parcial a los problemas de vivienda en el barrio de San Andrés a finales de los años 50 principios de los 60 se construyó un edificio de viviendas por la Obra Social 18 de Julio, que actualmente todavía existe frente a la fachada principal de la Estación de Autobuses, aunque en estado de ruina y apuntalado, lo que nos da una idea del tipo de construcción que en su día se realizó, frente a las promociones municipales y más en concreto con el tipo de viviendas de Vistabella.
El problema del tráfico de drogas, al que se ha hecho referencia más arriba se estaba dando en las últimas promociones municipales del Polígono de la Paz y del Polígono de La Fama, construidos para alojar a parte de los habitantes de las zonas que se han detallado en el párrafo anterior.
Por otro lado, el barrio de Santa María de Gracia como tal se inició su construcción a finales de la década de 1940, concretamente en el año 1947 tal y como recoge una nota de prensa del diario “Línea” de fecha 27 de noviembre de 1947. La promoción del primer conjunto de bloques de viviendas la realizó la Obra Sindical del Hogar, sección de la Confederación Nacional de los Sindicatos Verticales, y fueron inaugurados en 1953, a pesar de que en la citada nota de prensa se indicaba que las obras de esta primera promoción podrían haber sido finalizadas en el año 1948.
Para darnos una idea más real del problema de la vivienda en la ciudad de Murcia durante la década de los años 40 del siglo pasado, y los problemas que se arrastraban para atender a la población que vivía en condiciones de pobreza y, en muchos casos, de miseria, recojo parte de un artículo publicado en el diario “Línea” de fecha 2 de mayo de 1948:
“PLANTEADO tiene nuestra población desde hace varios años, un agudo problema al que no se encuentran soluciones que puedan satisfacer el de la vivienda en condiciones sanitarias y económicas para albergar a muchos centenares de familias que viven hacinadas en pocilgas indecentes en las barriadas inhumanas de San Antolín, San Juan, la Trinidad y San Andrés, especialmente.
(…)
CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
Según datos estadísticos de carácter oficial, la población de Murcia, desde el año 1939 al año 1947 experimentó un aumento de un diez por ciento en lo que afecta al casco urbano. La cifra de este porcentaje aumentó bastante más en las pedanías de la huerta y del campo.
Como dato curioso del movimiento de población, recogemos de los registros oficiales de ambos Juzgados Municipales de la capital las cifras de natalicios habidos en 1939 y 1947, que son, respectivamente, 2.936 y 5.487.
La población de Murcia, casco, era a fines del año 47 de 61.013 habitantes, con 128.402 en la huerta y 19.416 en el campo, arrojando, en conjunto, un total de 208.851 habitantes.
Desdé luego, no estamos nosotros de acuerdo con esa cifra de 61.000 habitantes en nuestra ciudad. Murcia cuenta con más gente dentro del casco urbano, y atribuimos esa diferencia que observamos a que muchas personas que aquí viven no están recogidas en el censo porque no acudieron por las oficinas pertinentes del Ayuntamiento, ni por otros centros de control.
LA CIUDAD, SIN ALBERGUES
Cualesquiera que fueren las razones, la realidad nos dice que nuestra capital está invadida por completo de naturales y de gente extraña al Municipio, que a partir del año 36 se volcaron sobre Murcia para refugiarse en ella.
Así se ha acrecentado de un modo angustioso la población murciana, que parece haber doblado en pocos años el número de sus habitantes.
Se enfrenta Murcia con ese agobio, cada día más profundo, de la falta de viviendas para dar albergue decoroso a los varios centenares de familias que carecen de ella. Y este problema no tiene más solución que la que le prestan las nuevas construcciones de viviendas siempre que las nuevas casas se proyecten en proporciones bastante mayores que las actuales.
A MODO DE SUGERENCIA
En esta cuestión, nosotros, que tanto hemos batallado desde estas columnas por que se logren alivios a lo que tiene un matiz tan serio y grave, propugnamos porque a ese grupo de viviendas protegidas del camino de Algezares y las que construye el Municipio en Vistabella, Espinardo y el que ahora se levanta en la zona de la Gran Vía sigan otras edificaciones de ese tipo, con el ritmo acelerado que permitan las diversas circunstancias.
Y, además, para contribuir en parte a un mejoramiento de la situación, insistimos en pedir a quien proceda que desaparezcan los solares existentes en la población, levantando sobré ellos edificaciones más o menos suntuosas, tan necesarias para ayudar a la solución del problema.
Leopoldo AYUSO”
El barrio de Vistabella se desarrolló en tres fases, la primera estaba formada por 197 viviendas unifamiliares adosadas. El proyecto del arquitecto José L. de León mantiene el trazado previsto en el Plan General y unos rasgos próximos a los pueblos de colonización. Posteriormente, Daniel Carbonell, que pertenece a la primera promoción que obtiene el título de arquitecto en la ETSAM tras la Guerra Civil, termina de configurar el conjunto modificando la planificación primitiva y proponiendo un barrio prácticamente autónomo, muy próximo conceptualmente a las actuaciones centroeuropeas de entreguerras.
“Noticia del diario “Línea”, de fecha 13 de mayo de 1942.
GESTIONES DEL ALCALDE EN MADRID
Ayer mañana, el Alcalde, don Agustín Virgili, a su regreso de Madrid, donde estuvo realizando diversas gestiones en asuntos de interés para Murcia, se reintegró a su puesto; cesando el gestor señor Cáscales, que interinamente desempeñaba la Alcaldía;
(…)
» Las viviendas protegidas”
Con relación al grupo de 197 viviendas protegidas en Vistabella, dijo el Alcalde que de un momento a otro se remitiría a Madrid el proyecto, ya terminado, después de la aprobación, por la Superioridad, del anteproyecto que la Oficina Técnica redactó, y en cuyo proyecto definitivo se incluyen edificio para iglesia, plaza de abastos, grupos escolares y otras obras necesarias para el desenvolvimiento de la nueva zona urbana a lo largo de Vistabella.”
Este proyecto fue modificado en el mes de octubre de 1942, al no autorizar la construcción del mercado de abastos previsto inicialmente por parte del Instituto Nacional de la Vivienda, al no estar previstos en la Ley de 19 de abril de 1939 esta clase de servicios (diario Línea de 27 de octubre de 1942).
El proyecto fue aprobado por dicho organismo en el mes de julio de 1943, según comunicación del Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento Cristóbal Graciá (diario Línea de 1 de agosto de 1943).
El concurso convocado para adjudicar las obras de construcción de las 197 viviendas aprobadas por el Instituto Nacional de la Vivienda quedó desierto en una primera convocatoria, según se recoge en el diario Línea de fecha 23 de marzo de 1944.
En una segunda convocatoria aprobada por el citado organismo se adjudicó la construcción de las viviendas según se recoge en una noticia del diario Línea, de fecha 10 de noviembre de 1944:
“Presidida por el Alcalde, don Agustín Virgili ha celebrado sesión ordinaria la Comisión Gestora del Excmo. Ayuntamiento.
(…)
Fue aprobada la adjudicación definitiva de la subasta para las obras de construcción de las viviendas protegidas en Vistabella, al contratista don Gabriel López Román, en la cantidad de pesetas 7.129.000,74, después de haber sido, aprobado por la Superioridad.”
El citado importe de adjudicación en pesetas del año 1944, para hacernos una idea de su equivalencia actual, hay que tener en cuenta que según datos del Instituto Nacional de Estadística con la peseta del año 1939 podrían comprarse artículos por valor de 159’20 pesetas del año 2001, lo que equivaldría cada peseta del año 1939/1944 a 0’96 euros.
Por tanto el importe de adjudicación de las obras equivaldría a 6.843.840’7104 euros actuales.
Las obras de construcción de las viviendas dieron comienzo en el mes de diciembre de 1944, según se recoge en una nueva noticia del diario Línea de fecha 21 de diciembre de 1944.
Las distintas vicisitudes de la construcción de las viviendas de Vistabella fueron seguidas con detalle y con mucho interés a lo largo de los años que duraron las mismas, dado el carácter político que se les dio a estas nuevas viviendas, como muestra del triunfo del nacionalcatolicismo. Y como significación de este carácter nacionalcatolicista las calles y plazas del nuevo barrio recibieron las denominaciones de militares, voluntarios de la División Azul y de políticos franquistas.

Como muestra del gran interés que despertó para las instancias oficiales, como representantes de la dictadura nacionalcatolicista, la construcción de este nuevo barrio representativo de esta ideología, detallo una serie de noticias y de artículos publicados durante varios años, además de las ya incluidas más arriba:
Diario Línea de 1-8-1943, página 2. Aprobación Proyecto viviendas

Diario Línea de 4-12-1943, página 2. Expropiación terrenos para viviendas Vistabella.

- Diario Línea de 2-6-1944, página 2. Artículo sobre viviendas Vistabella.

- Diario Línea de 17-9-1944, página 8. Compra terrenos en Vistabella.

- Diario Línea de 19-11-1944, página 2. Expropiación terrenos en Vistabella.

- Diario Línea de 24-11-1945, página 2. Obras realizadas en Vistabella.

- Diario Línea de 10-2-1946, página 7. Obras realizadas en Vistabella.

- Diario Línea de 10-2-1946, página 1. Obras realizadas en Vistabella.

- Diario Línea de 19-9-1947, página 2. Lentitud obras de Vistabella.

- Diario Línea de 7-5-1948, página 2. Pago obras realizadas Vistabella.

- Diario Línea de 26-2-1949, página 3. Ampliación viviendas de Vistabella.

- Diario Línea de 18-1-1950, página 2. Se inicia las obras mercado Vistabella.

- Diario Línea de 1-6-1950, página 6. Pago obras realizadas Vistabella.

- Diario Línea de 22-6-1950, página 2. Solicitud fondos viviendas Vistabella.

- Diario Línea de 7-9-1950, página 2. Pago obras realizadas Vistabella.

- Diario Línea de 5-12-1950, página 2. Certificación obras realizadas Vistabella.

El conjunto de viviendas de Vistabella estaba compuesto por un variado catálogo tipológico, como ya se ha apuntado más arriba, la primera fase estaba formada por viviendas unifamiliares adosadas. El proyecto del arquitecto José L. de León mantuvo el trazado previsto en el Plan General con unos rasgos próximos a los pueblos de colonización.
Más variado fundamentalmente en su fase II. En esta etapa del proyecto, construida entre 1949 y 1952, se levantaron 631 viviendas, 43 locales comerciales, la iglesia y un grupo escolar. La arquitectura presenta aquí una uniformidad plagada de matices que se visten con un marcado regionalismo historicista y una decoración neobarroca que busca la identificación de los nuevos habitantes con el centro de la ciudad. Esta operación dio lugar a un entorno de calles y plazas públicas, conectadas entre sí a través de patios semiprivados, totalmente reconocible y alejado del carácter ruralizante de la fase anterior.
Daniel Carbonell proyectó un mercado cerrando el bloque 20, pero el Instituto Nacional de Vivienda no lo aprobó pues el programa no estaba contemplado en la ley de Protección de la vivienda de renta limitada. Esta situación, unida a la fuerte demanda provocada por las expropiaciones que se estaban llevando a cabo en el centro de la ciudad para abrir la Gran Vía, hicieron que la manzana se colmatara con otro lado de viviendas y la función de mercado se trasladara a los bajos comerciales que volcaban al patio. Actualmente los locales de la asociación se llaman “la pescadería”, “la verdulería” y “la carnicería”, en recuerdo de aquellos comercios.
El último periodo (1954 – 1957) en el que se edifican 554 viviendas y 12 locales comerciales, está marcado por la intención de construir una “frontera” haciendo del conjunto una súper-manzana, para ello el número de plantas se aumenta a cuatro y la homogeneidad se intensifica con un lenguaje rítmico y tímidamente racionalista.

Los datos que he ido incluyendo en este documento sobre la necesidad de viviendas para atender a los cientos de familias que se encontraban sin un habitáculo, sin un refugio adecuado en los distintos barrios de la ciudad de Murcia por la pobreza en la que vivían o por las distintas obras que en los años 40 se estaban realizando para cambiar su fisonomía, con la apertura de nuevas vías, como fue el caso de la Gran Vía; la nueva vía que se abrió para unir la carretera de Madrid con el Plano de San Francisco, o el nuevo vial que se abrió desde la Orilla del Río Segura, desde la Ronda de Garay hacia la Puerta de Orihuela.
Todas estas obras supusieron en todos los casos el derribo de viviendas creando la necesidad de construir nuevas viviendas, además de las demandadas por la situación social de una gran parte de los habitantes de la ciudad, que como se detallaba en el artículo firmado por Leopoldo Ayuso en el diario “Línea”, de 2 de mayo de 1948, era una necesidad acuciante para una población marginal que no figuraba en el Censo oficial, pero que estaban en la ciudad de Murcia y habían doblado el número de sus habitantes.
Un problema que se creó desde la llegada desde el año 1936 de un gran número de refugiados, llegados principalmente desde Andalucía huyendo de la entrada de las tropas del ejército golpista en sus poblaciones y que encontraron en la ciudad de Murcia situada en la retaguardia de los distintos frentes de batalla, un lugar de refugio, y que, de acuerdo con el contenido del artículo, en ese año 1948 ese problema todavía existía sin que se le hubiese puesto solución.
Sin embargo, a toda esta población que no tenía lazos con el régimen político de la dictadura franquista no se le prestó la misma atención que a la otra parte de la población que sí tenía esos vínculos con el nuevo régimen nacionalcatolicista, como lo demuestra la construcción del nuevo barrio de Vistabella, los fondos destinados a esa promoción de viviendas municipales destinadas a ser entregadas a las familias más próximas al Régimen: funcionarios, militares y policías principalmente, el diseño de los distintos tipos de viviendas, así como las zonas de expansión, de recreo y los distintos servicios con los que finalmente fueron dotadas todas esas viviendas, y, por supuesto, la atención que se les presta a las obras de su construcción, como se ha detallado más arriba.
No obstante lo indicado, en la actualidad el barrio de Vistabella, el sector de su población que ha ido cambiando a lo largo de los años, desde que se produjo el problema del tráfico de drogas en sus cercanías, en el más cercano Polígono de la Paz y en el Polígono de La Fama, en los años 80 (como ya se ha indicado), que provocó la venta de las viviendas por su primitivos ocupantes, ha propiciado la llegada de un nuevo tipo de habitantes hasta el punto de que un movimiento político muy característico y muy reciente como fue el 15M, ha tenido casi como su centro de expansión a este barrio, añadido a otras características como son las actividades que desarrollan la Asociación de Vecinos y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio Público, así como las diversas actividades que se han ido desarrollando gracias al nuevo tipo de población de una ideología progresista, muy distinta a la población original, que han encontrado en esta zona de Murcia un área adecuada para su esparcimiento y relaciones vecinales.
Como muestra del tipo de nuevos pobladores, de nuevos vecinos, uno de los edificios que se construyeron para este barrio y que se contemplaba en el diseño original es el Colegio Público. Como es característico de la dictadura franquista a estos centros docentes se les denominaba con algún nombre de un personaje de renombre para el régimen, en este caso a este Colegio Público se le puso el nombre de “José Antonio”. A mediados los años 90, con la llegada de nuevos vecinos ese nombre no les pareció adecuado para un centro educativo público, por lo que a través de su Asociación de Madres y Padres propusieron el cambio de su denominación al Consejo Escolar del centro, que una vez aprobada esta iniciativa se trasladó al Ayuntamiento, que dio su visto bueno y aprobación. Actualmente este centro educativo se denomina Colegio de Educación Infantil y Primaria “VISTABELLA”.

Por todo lo anterior, teniendo en cuenta que los actuales vecinos del barrio de Vistabella, en una gran mayoría, no coinciden con la ideología de las autoridades franquistas que promovieron su construcción, y según se establece en el artículo 35, apartado 2, de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática (BOE nº 252, de 20 de octubre de 2022), deben ser eliminados del callejero del barrio de Vistabella, del callejero de la ciudad de Murcia, los nombres que aún continúan ostentando diversas calles del barrio de Vistabella correspondientes a participantes en “la sublevación militar y en la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial” (texto del artículo 35.2 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática), por ser contrarios a la Memoria Democrática.
Murcia, 9 de marzo de 2023
Rufino Garrido Martínez
Referencias bibliográficas:
- Artículo de Cristina Fernández, de 19 de noviembre de 2019: “Vanguardia y tradición conviven en Vistabella”.
- Artículo de Esteban Linares, de 7 de septiembre de 2014: “Estudio fotográfico del barrio de Vistabella”.
- Artículo de Patricia Reus Martínez:
ESTUDIO TIPOLÓGICO EN VISTABELLA. MURCIA, ESPAÑA.
De arquitectura simbólica para el movimiento nacional a barrio 2.0