Esclavos del franquismo

En dicha denominación se integran las personas que, en campos de concentración repartidos por todo el país, desarrollaron un trabajo extenuante como medidas de ‘rehabilitación’ y ‘reeducación’, durante y después de la guerra del 36 – 39 en España.

Para conocer el alcance de dichas medidas, además de la obra de Carlos Hernández de Miguel, Los campos de concentración de Franco, puede rastrearse el alcance local de esos hechos en el libro de Fernando Mendiola y Edurne Beaumont: Esclavos del franquismo en el Pirineo.

Agrupados en ‘Batallones Disciplinarios de Trabajadores’, bajo el auspicio y vigilancia del creado Patronato de Redención de Penas por el Trabajo, y ‘Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores’, desde 1940 a 1962 pudo reconstruirse una gran parte de las infraestructuras del país que quedaron destrozadas una vez finalizada la Guerra Civil: carreteras, canales, aeropuertos y obras hidráulicas como pantanos, que orgullosamente inauguraba el dictador, mientras se ocultaba el coste humano de los que murieron de hambre, de frío, de agotamiento, cuando no de palizas o torturas. El caso más escandaloso fue la obra faraónica de la basílica del Valle de los Caídos (caídos por Dios y por la patria del bando franquista), en donde 12.000 presos políticos republicanos fueron sometidos a trabajos forzosos y en donde muchos encontraron la muerte. Y, en nuestra Región de Murcia, en las obras del embalse del Cenajo.

Last updated on 15/01/2021
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